Para cuando tenga tiempo

“PARA CUANDO TENGA TIEMPO” En los últimos años, la salud mental parece estar en el foco mediático. Se habla de salud mental para señalar la falta de recursos que tiene nuestro sistema a disposición de quienes lo necesitan. Se nombra también para referirnos al efecto devastador que la pandemia ha…

“PARA CUANDO TENGA TIEMPO”

En los últimos años, la salud mental parece estar en el foco mediático. Se habla de salud mental para señalar la falta de recursos que tiene nuestro sistema a disposición de quienes lo necesitan. Se nombra también para referirnos al efecto devastador que la pandemia ha tenido en este aspecto. Y, por supuesto, se habla de salud mental para mostrar a figuras relevantes del mundo deportivo y social, que han alzado la voz en busca de ayuda psicológica, demostrando así que ya no debe ser un tabú pedir ayuda. Podría decirse que la salud mental “sale del armario”, pero nos consta que no sólo es necesario hablar de ella, sino invertir en ella para que sea una realidad al alcance de todos.

A menudo, las familias contactan con nosotras en busca de estrategias. Requieren poder hacer frente a los diferentes retos que surgen en cada ciclo vital de sus hijos. Desarrollo periódicamente conferencias en las que ofrezco recursos y trato de resolver dudas, y en las que me gusta especialmente mostrar que se puede hacer algo con lo que la vida nos ha dado. No me gusta el positivismo tóxico ni la culpa enfermiza, sino que abogo por enfocar la responsabilidad en la dirección de construir algo que proporcione bienestar. Probablemente la clave esté en eso que llamamos “responsabilidad” y que viene repleto de matices, pero lo hablaremos más adelante.

Las familias que vienen comparten sus miedos, sus preocupaciones y sus angustias. Queriendo cuidar de los pequeños de la casa, nos dejan ver, en muchas ocasiones, que han olvidado su propio cuidado. Es un cuidado relegado en un baúl llamado “Para cuando tenga tiempo”. De esta forma, en “Para cuando tenga tiempo” está leer ese libro que les encanta, dar ese paseo en calma, volver a nadar, visitar esa ciudad que les quedó pendiente, retomar eso que les ilusionaba, o darse ese baño de espuma en el que el tiempo no ahogue (y el aporreamiento de la puerta desde fuera no tenga lugar).

En definitiva, en “Para cuando tenga tiempo” está el autocuidado; eso que enseña a los otros a tratarnos de una manera sana, eso que muchos cuidadores desechan y que es justo el eslabón fundamental cuando nos referimos a salud mental y emocional. Pero ahora ya sabemos dónde está guardado: en el baúl de “Para cuando tenga tiempo” …

 

… Continuará.

 

 

Astrid Illán Redondo

Psicóloga


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